Un hotel con mucho encanto. Si necesitas unas vacaciones o quieres permitirte una escapada con tu pareja, este es el hotel perfecto. Un oasis de paz y tranquilidad cien por cien mediterráneo: paredes blancas, líneas sencillas, tejidos naturales y detalles cuidados.
El hotel está ubicado en el casco antiguo, frente a la iglesia de Sant Francesc, en un edificio de nueva construcción fiel al estilo arquitectónico tradicional de la isla, estando completamente integrado en el entorno. Anna Profitós, del estudio barcelonés Deu i Deu, es la responsable del proyecto.
El nombre del hotel se debe a una roca de arenisca que configura gran parte del relieve de la isla y que está muy vinculada al pueblo pues ha sido utilizada tradicionalmente para la construcción de casas, iglesias y torres de defensa.
En la recepción, la piedra, las paredes blancas, el mobiliario de tonos grisáceos, los suelos beige y el interior dorado de las lámparas respiran estilo y originalidad con detalles como la alfombra de piedras.
La naturaleza y la cultura de la isla también están presentes en Es Marès a través de las plantas, la madera y detalles como los troncos que separan el bar de la sala de estar o los centros de mesa elaborados a partir de ramas.
Acogedoras, íntimas o evocadoras son algunos de los adjetivos que se pueden aplicar a las 18 habitaciones de Es Marès. Por sus altos techos, por los doseles de madera en las camas de algunas habitaciones y, sobre todo, por los tejidos naturales utilizados para las cortinas y la ropa de cama, también en tonos claros.
El azul turquesa y las piedras doradas son los tonos elegidos para el spa, que cuenta con tumbonas de relax calefactadas, una fuente de hielo y una piscina revitalizante, entre otros.
Puedes ver información del hotel y contacto en su web: www.hotelesmares.com
Fotografías: Jordi Sarrá, cedidas por Deu i Deu