Eyescream es un concepto nuevo en helados y heladerías, es la interpretación de un helado típico de Taiwan, rediseñado y depurado en la forma, con ingredientes y gusto italiano. El proyecto se ha desarrollado en Barcelona por m-m, un estudio mestizo entre el diseño gráfico y la arquitectura. Producto, packaging, envases e interiorismo, encajan plenamente en un desarrollo creativo sugerente y en una identidad muy atractiva. «El proyecto Eyescream consistió en desarrollar desde cero, incluso desde el propio producto, una heladería muy singular: un “helado raspado/shaved ice cream” como los que se consumen en Taiwán (pero hecho con gelato italiano) y que tiene una textura a medio camino entre el sorbete y el helado».
El resultado es un helado parecido a un monstruito, deforme, entrañable y simpático. «Como giro creativo fundamental, a esa montaña de helado deforme le pusimos dos ojos de azúcar, convirtiéndolo en un personaje-monstruito que te mira a los ojos y que le dota inmediatamente de vida y personalidad. El efecto que consiguen unos simples ojos es sencillamente increíble»
Eyscream es una experiencia sensorial, todos los sentidos se concentran en el producto y su entorno, «Ante la localización real, nos dimos cuenta que el selfservice sería la formula que mejor encajaba con el producto. Y que el timing y presupuestos ajustadísimos serían argumentos que definirían su escenario. Por un lado construimos cajas de madera de bajo coste para el selfservice, concentrando toda la experiencia del consumidor. Por otro lado, organizamos una fachada atomizada, construida a partir de un rótulo de grandes dimensiones con «patas», que tiene la capacidad de descomponerse en varios rótulos, cuando se abre al público. Uno para la identidad exterior y otro, que al abrirse al interior, funciona de rótulo informativo del producto: un imán para cualquier ojo (los de los clientes, claro)».